MEDIACIÓN Y VIÑEDOS
Mediavanza ha tenido la oportunidad de participar en las III Jornadas de Mediación de Utiel, organizadas por “Espacio Confluère” y cuyo hilo conductor de este año se reflejaba en el título elegido: “MEDIACIÓN, MASC e INNOVACIÓN SOCIAL”.
Nuestra asociación ha sido una de las entidades colaboradoras de dichas jornadas junto a otras acreditadas organizaciones del mundo de la mediación. Asimismo, el primer día trasladamos hasta allí a nuestra vicepresidenta, quien al llegar a la comarca lo primero que percibió fue el aroma de una tierra antigua cincelada por distintas culturas y hoy entregada a la industria vitivinícola.
De camino a la sede del congreso, le informan de que este se realiza en el paraje denominado El Tollo, siendo allí donde en 1812 tuvo lugar una batalla librada entre militares a cargo del general Pedro Villacampa, contra un cuerpo del ejército francés comandado por el barón de Maupoint. Por esos guiños del destino, doscientos diez años después, un buen número de profesionales de la mediación se citaban para departir en torno a diversas cuestiones relacionadas con la cultura de la paz.
Las III Jornadas fueron inauguradas por un representante del Ayuntamiento de Utiel y la primera intervención estuvo a cargo del magistrado titular del Juzgado de 1ª Instancia nº 15 de Valencia, Juan Francisco Mejías Gómez, actual vicepresidente de relaciones institucionales de GEMME España. Habló de “Mediación e innovación”, haciendo hincapié en que hacer justicia no es solo juzgar, sino brindar a la ciudadanía la oportunidad de resolver sus controversias mediante la mediación u otros MASC. Asimismo, señaló que las sentencias a menudo agrandan las diferencias entre los litigantes, terminando de romper relaciones que, por su propia naturaleza, estaban destinadas a permanecer en el tiempo. Para ilustrar su tesis, compartió un vídeo sobre la experiencia de Fanzara (Castellón).
En esta localidad se ha llevado a cabo un proyecto de mediación comunitaria a través del arte, que ha puesto fin a la profunda división habida entre los habitantes del pueblo como consecuencia de la instalación de un vertedero en 2005. Lejos de amainarse, pasaba el tiempo y las diferencias se ahondaban, haciéndose muy difícil la convivencia. Con el objetivo de recuperar la concordia entre ellos, en 2014 se puso en marcha el proyecto denominado “MIAU”, que involucraba a distintos artistas llegados de varias ciudades españolas para crear un museo al aire libre con grafitis alusivos al diálogo, el respeto, la convivencia, la paz, etc. Esta iniciativa se planteó como algo común en la que todos los vecinos estaban llamados a colaborar de alguna manera durante el proceso artístico y después de este, para cuidar de las obras. Hoy hacen visitas guiadas en las que cuentan a los visitantes su experiencia.
Tras esta conferencia, tuvo lugar la mesa redonda titulada “MASC y transformación social. ¿Causa o efecto?”, moderada por Jorge Miralles Andress, vocal de mediación civil y mercantil de la Asociación Madrileña de Mediadores y secretario del instituto de mediación de la misma asociación. En ella participaron Inmaculada Jiménez Martín, presidenta de FRAPOMED, Juan Domingo García Piñón, policía local de Valencia, y Amparo Quintana García, vicepresidenta de Mediavanza. Esta última intervino con su ponencia “Mediación y otros MASC: ¿juntos o revueltos?”, a propósito del tratamiento que de la mediación hace el Anteproyecto de Ley de medidas de eficiencia procesal del servicio público de Justicia, mezclándola con otros métodos de solución de conflictos bajo el indefinido paraguas de “actividad negocial”.
No obstante, Quintana presentó un análisis DAFO del citado anteproyecto, resaltando que existe una clara oportunidad para los mediadores para realizar los otros MASC recogidos en el texto legal, dado que la formación obtenida nos faculta para intervenir a través de ellos y dar una respuesta óptima a las pretensiones de las personas y empresas. Asimismo, recordó que la mediación “moderna” surge en la década de los años 10 el siglo XX a través del movimiento social estadounidense de “Libre acceso a la Justicia” y que cuantas iniciativas pública y privadas se llevan a cabo en este ámbito contribuyen al cambio social.
Continuó Inmaculada Jiménez con su intervención denominada “Crear comunidad mediando en la gestión de conflictos. Una manera de mejorar nuestro entorno social”. Habló de diversos proyectos de mediación comunitaria llevados a cabo en las localidades malagueñas de Torre del Mar y Antequera, señalando que con ello se facilita la corresponsabilidad de la comunidad en la resolución de sus conflictos, mejorando su convivencia y dejando una huella que contribuye a la adquisición de nuevas habilidades y destrezas para prevenir conflictos futuros.
También señaló que, adhiriéndose a las reflexiones de la anterior ponente, no debemos olvidar que los mediadores somos unos profesionales en continua construcción y que incorporamos todas las experiencias de gestión de conflictos. Para finalizar la mesa redonda, Juan Domingo García Piñón nos mostró sus experiencias dentro del Servicio de Mediación de la Policía Local de Valencia con su ponencia “Mediación con las minorías culturales de Valencia”.
Resaltó que uno de los principales obstáculos que se encuentran con los mediados es la desconfianza hacia los policías mediadores, a pesar de lo cual cuentan con un 80% de éxito. También habló de los diferentes grupos culturales y étnicos con que trabajan, señalando las diferencias entre unos y otros, lo que les obliga a aplicar distintas técnicas de trabajo. Finalizó comentando que en la actualidad llevan a cabo funciones de mediación comunitaria con las personas y familias ucranianas que llegan a Valencia huyendo de la guerra. Después de tan animada mesa redonda, tuvo lugar el taller “Círculo de escucha: practicando la escucha profunda para avanzar en comunidad”,a cargo de Inmaculada Gabaldón, directora de Espacio Confluère.
Tras ofrecer unas pautas sobre cómo utilizar la herramienta del círculo de escucha en situaciones de conflicto, se invitó a los participantes a ponerlo en práctica, para lo cual se organizaron los correspondientes grupos con asignación de roles. La escucha profunda tiene como objetivo cultivar habilidades vinculadas a la empatía, el silencio y la eliminación de los juicios, en la que la devolución efectuada por los facilidades va más a allá de un simple parafraseo, para adentrarse en un verdadero resumen empático de aquello que ha escuchado y sentido por parte del interlocutor.
Aparte del intercambio de experiencias y conocimiento académicos, ponentes y asistentes compartieron, durante los intermedios, algunos ratos de amistosa charla entre viñedos y variados productos de la tierra. Y es que si algo tienen estos eventos es la posibilidad de reencontrarse con amigos y colegas, así como ir sumando otros. Todo sea por la mediación y la cultura de la paz.